Antigua casa de campo situada en el corazón de una campiña boscosa, tranquila y ondulada. Su paisaje rural y su estilo de vida lo convierten en un lugar tranquilo y auténtico para vivir. El pueblo se caracteriza por la iglesia neorrománica de Sainte-Marie Magdeleine, con su campanario y su muralla.
Beaufort es el punto de partida de numerosas rutas de senderismo, como el bucle Fontaine Saint-Paul y el GR86.