Situada en un estratégico mirador sobre el valle del Garona, Le Fousseret contaba en la Edad Media con un asentamiento fortificado al pie de un castillo construido en la colina del Picón. El conde de Toulouse, Raimundo VII, concedió a sus habitantes una carta de costumbres que hizo de la pequeña ciudad un importante centro de ferias y comercio. El suburbio, con sus calles en ángulo recto dispuestas en torno a su mercado y su iglesia, adquirió el aspecto de una ciudad fortificada, que aún se conserva en la actualidad.
La ciudad cuenta con la imponente iglesia de Saint-Pierre, del siglo XV, con su estilo gótico meridional típico de la región de Toulouse, donde podrá admirar una Piedad de madera policromada del siglo XV en el magnífico marco de una capilla del siglo XVII, así como un rico mobiliario de los siglos XVIII y XIX.
Puede pasear por la ciudad, empezando por la iglesia o el mercado de estilo Eiffel, construido en el siglo XIX para sustituir al mercado medieval de madera. Siga el Chemin de Ronde hasta el Promenade du Picon, en el emplazamiento del antiguo castillo, con su magnífica vista de los Pirineos y su mesa de orientación, donde podrá relajarse a la sombra de los árboles centenarios y ver el busto del abate Sicard, nacido en Le Fousseret en 1742 y reconocido mundialmente como «benefactor de la humanidad» por sus trabajos sobre el alfabeto para sordomudos.
Todos los primeros domingos de mes se celebra un mercado de productores locales bajo el mercado cubierto, conocido y apreciado por todos.
